lunes, 13 de octubre de 2008

Tango arrabalero

El técnico de los servicios urgentes de asistencia sanitaria me entregó este poema encontrado en los bolsillos del joven suicida:

Homenaje anónimo

Si en la milonga alguna vez, escuchás este tango,
mirá que en homenaje tuyo se escribió,
sal a la arena con el guapo que prefieras
y bailá hasta que se acabe la canción.

Sin más razones que el silencio me dejaste
a la intemperie de una noche de arrabal
y fue imposible arreglar aquel desastre,
porque imposible es construir con huracán.

Noche tras noche yo he sufrido lo impensable,
pena que sólo el filo de un facón podría cortar
y en los rincones de los boliches del puerto,
yo me refugio para poderte olvidar.

Quise quererte como nadie quiere a nadie
y no escuchaste mis palabras ni mi voz,
no se me ocurre una manera más cobarde
de perpetrar una execrable ejecución.

Y tiempo al tiempo, los segundos van curando
las cicatrices de un maltrecho corazón,
tengo el orgullo de no haber causado daños
y la soberbia de no guardarte rencor.

Si en la milonga alguna vez, escuchás esto,
mirá que tú protagonizas la canción,
sal a la arena con el guapo que prefieras
y bailá hasta que comprendas la razón.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Superior

Keep it up mate!

K

Anónimo dijo...

Un texto execelente... de verdad ;)

Es (eres) increiblemente bueno!

Hay que ponerle musica.. hay que ponersela si.