domingo, 28 de septiembre de 2008

El patio de mi cárcel

El cine taleguero es necesario. Hay pocas pelis de este tipo que me convenzan porque la mayoría no hacen crítica social. Esta película de Belén Macías es bastante solvente desde ese punto de vista. La situación de las cárceles españolas en la segunda mitad de los años ochenta queda retratada con precisión. La cinta cuenta la participación de Isa (Echegui) una atracadora de bancos, en el proyecto Módulo 4, el grupo teatral que monta Mar (Peña) una funcionaria de prisiones, para desarrollar la creatividad de las reclusas. El guión se inspira libremente en la experiencia del grupo teatral Yeses, que nació en 1985 para hacer lo mismo con las internas de la cárcel madrileña de Yeserías.
La película es interesante no sólo para aficionados al teatro y para antropólogos politizados, sino para espectadores de todo pelaje, porque cuenta una historia que la sociedad suele ningunear. Los que estamos afuera, rara vez nos acordamos de los que están dentro y sólo por la intención de hacer evidente lo que se trata de ocultar, ya merece cierto reconocimiento. Pero, si además hay un buen guión, unas actrices estupendas y escasa intención de moralizar, entonces hay que quitarse el sombrero. Verónica Echegui y Candela Peña hacen un trabajo excelente y el resto del reparto está a su altura: convincentes y certeros. La recreación de los ochenta (entre 1985 y 1990) es fantástica, esa época en que la estética le dio vacaciones al buen gusto.
Entre las canciones que suenan en la banda sonora, hay que destacar dos: un tema de Sabor de Gràcia titulado "Podemos volar juntos" y la revisión de una composición de Ojos de Brujo llamada ahora "Corre, Isa, corre".

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