No lo creerán pero ha vuelto a hacerlo. Arcadio Ojorrojo ha vuelto a sorprenderme. Vino anoche a mi casa, poco antes de la cena. Y llegó ataviado con un disfraz de Santa Claus. Había acabado su trabajo en un conocido centro comercial. Tenía que mover una campana, regalar caramelos a los niños, sonreír a los clientes y decir HO-HO-HO de vez en cuando. Por fin, ha finalizado la campaña.
Subió las escaleras con una bolsa llena de turrones una mano y un sobre repleto de fotos en la otra. Se quitó como pudo los auriculares, que le han ayudado a sobrellevar el trabajo y, antes de tenderme su mano, me brindó el sobre. Se le notaba el bigote negro bajo la barba blanca postiza.
Veinticuatro, como un calendario de Adviento, en estos últimos meses, ha ido preparando cada instantánea para regalárnoslas todas juntas. Me pidió que ordenase y publicase el material. Le invité a un copazo de cazalla. No quiso quedarse a cenar. Dijo que iba a comerse un bocata de atún y a meterse en la cama.
2 comentarios:
Nunca falla. Ojo avizor!
Esperamos,ya, con ganas...
Jajajajajajajaja! Avizor con la pupila tó roja y dilatá! Ganicas tenemos, síííííííí!
Feliz 2014!
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