La falta de empatía o sordera (incapacidad para detectar el movimiento vibratorio de un cuerpo) es una plaga mundialmente extendida. De lo global a lo local, invade casas, espacios públicos, negocios, jaulas y otros lugares de pervivencia de gentes de cualquier ralea. Pero, ¡presten atención!, el auténtico peligro es acomodarse a su existencia.
Porque la boca del lobo son las fauces de la nada. Como en Never ending story, la nada se lo lleva todo por delante y mientras más furiosa, más quietud. Esgarrifa’t.
Puñal de vacío que hiere mi indignación a borbotones, avería seria en el motor principal. Dique de mi vehemencia, silencio universal, fotografía fija y constante. Defcon 1.
Prefiero seguir siendo una loca que saca a pasear su rabia de vez en cuando, antes que una escultura muda del gran teatro del mundo. Un roto a un descosido. Aunque le duela al cuerpo, aunque no haga ni maldita falta, aunque no llegue ni a caricatura de ridículo predicador.
3 comentarios:
Saquemos más rabias a pasear .....
Sordera, ceguera, pestazos, mal gusto y falta de tacto, la no intervención, la abstinencia, la abstención, el muro delante, la bota en la cara... No se llevan bien con la defensa de la alegría...Resistir es vencer!
Alegría! Hermosa palabraaaaaaaa!!! Es el estado natural del ser humano y se nos olvida siempre!!!
Muak
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