El Tercer Reich de Roberto Bolaño

Aunque se ha publicado en febrero de 2010, la fecha de composición de esta novela es 1989. Nueve años antes de ganar el premio Herralde de narrativa con otra narración que recurre a la estructura del diario personal, Los detectives salvajes. Según informa su editor, se trata de la cuarta novela del autor chileno (después de Amberes, 1980; Monsieur Pain, 1983 y La pista de hielo, 1986).
Curiosamente, en la ficción, la justificación de El Tercer Reich (Ed. Anagrama) se asienta sobre la voluntad de adiestrarse en la escritura del personaje-narrador, para afrontar la redacción de unos artículos que ha de publicar en revistas especializadas. Así, Udo Berger, el campeón alemán de un juego bélico de rol, consigna a lo largo de algo más de dos meses, los acontecimientos que suceden durante sus vacaciones en un hotel de la Costa Brava, adonde ha llevado su juego basado en la Segunda Guerra Mundial, con el fin de preparar nuevas estrategias que le permitan revalidar el título.
La palabra inquietante se queda corta. La Historia y la Literatura revisadas desde el punto de vista de un joven veraneante alemán inmerso en el ambiente turístico mediterráneo de mediados de los 80. Si David Lynch versioneara el Fausto de Goethe, no resultaría un texto tan morbosamente pesadillesco, tan obsesivamente siniestro, tan paranoicamente certero. Quien afirme que el éxito de Bolaño es el resultado de una operación de marketing, no ha leido con atención los textos adecuados. Éste es muy apropiado para empezar a reconocerlo. Como si el autor volviera del más allá (o del más acá) para reclamar la capacidad del sparring para ganar cualquier laurel, gracias a un talento forjado en el tesón.