Antichrista de Amélie Nothomb

Que nadie espere satanismo militante ni morbosas tragedias larsvontrierianas. La historia de esta breve novela es muy sencilla: el auge y el declive de la amistad entre dos chicas de dieciséis años. La voz de una de ellas, Blanche, cuenta sin grandilocuencia, su relación con Christa. Analiza el carácter de su amiga desde la fascinación hasta el rechazo, mientras asistimos a su propia evolución personal a lo largo de aproximadamente un año.

Es el relato verosímil de un despertar a la vida, a la creación de lazos sociales. Las conclusiones objetivas que se desprenden de la peripecia de la protagonista no son demasiado esperanzadoras. No explicaré nada, puesto que esta novela publicada en 2003, se lee de manera poco traumática (gracias también a la traducción de Sergi Pàmies) siempre que estemos, al menos, iniciados en lo que se refiere a corrupciones humanas.
Pesimismo, sí. Desconfianza en el Hombre. Minimalismo, no tanto. No creo que aquello que le suceda a las adolescentes, a los individuos, de manera cotidiana, sea menospreciable por lo que tiene de íntimo o ínfimo. Aunque esté contado en poco más de cien páginas. Este relato "pequeño" dice tanto de nuestra sociedad o de nuestra especie como los grandes relatos y largos novelones del siglo XIX ya que está formulado a partir del mismo ímpetu universal. De otro lado, como no he leído a Nietszche, soy incapaz de relacionarlo con su obra, pero me temo que existe una vinculación más allá de los títulos coincidentes. Corríjanme si me equivoco. Por cierto, entre sus numerosas reflexiones, Blanche, aporta una muy curiosa sobre la lectura: "leer es verse confrontado a lo real en su estado de mayor concentración; lo cual resulta menos espantoso que tener que vérselas con perpetuas diluciones".