Es lo que hay

Hay fantasías que no soy capaz de imaginar
porque los relojes de arena
contienen sólo parte del desierto.
Llega un momento en que el tiempo se detiene
y cae una máscara
que no oculta rostro alguno.

También se dispersan las bandadas de aves
hacia rutas distintas,
pero tras muchas lunas
reconocen sus huellas en cualquier orilla
y juntan sus alas en la misma rama
porque saben que el mundo es pequeño,
que el universo es pequeño,
un puto macetero que tiene dentro un laberinto.

Hay maravillas que no puedo conocer
porque me falta sangre o plata o años o luz
porque sólo tengo vino o cobre o sombra o nada.

Hay canciones que jamás podré entonar
pero una raíz que crece desde el fondo de la Historia,
al compás de un latido imperceptible
y un murmullo que imita al silencio,
me invitan a intentarlo
en el pie, en la falda, en la cumbre
de una montaña enorme seducida por el sol.