Recuperen la fe en el cine de zombies y en Robert Rodríguez. Planet Terror (2007) la primera parte de la serie Grindhouse, es un dignísimo homenaje al gore clásico de serie Z. Sus códigos, su gramática se ofrecen corregidos y aumentados. Por ejemplo, el concepto de "subversión a la americana", es decir, la explosión por la explosión, encuentra en este film una lúcida revisión porque se acompaña de ciertos cuestionamientos políticos en cuanto a los responsables del desaguisado.
Un guión bien trabado, ingenioso, metacinematográfico, divertido, humilde en sus pretensiones, pero exigente con sus planteamientos. Una realización soberbia, reflexiva, reverencial ante sus referentes. Una foto con un tratamiento incontestable. El sonido apabullantemente eficaz (la música firmada por el propio Rodríguez y una estupenda selección de canciones) Efectos especiales antes solventes que cutrones. Un plantel de actores que lo bordan, hasta el último figurante.
No desprecien la oportunidad de verla bien aprovisionados de birra y palomitas. No exagero si afirmo que es la mejor cinta de este director desde que en los noventa, despuntara con El Mariachi.
Un guión bien trabado, ingenioso, metacinematográfico, divertido, humilde en sus pretensiones, pero exigente con sus planteamientos. Una realización soberbia, reflexiva, reverencial ante sus referentes. Una foto con un tratamiento incontestable. El sonido apabullantemente eficaz (la música firmada por el propio Rodríguez y una estupenda selección de canciones) Efectos especiales antes solventes que cutrones. Un plantel de actores que lo bordan, hasta el último figurante.
No desprecien la oportunidad de verla bien aprovisionados de birra y palomitas. No exagero si afirmo que es la mejor cinta de este director desde que en los noventa, despuntara con El Mariachi.
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