viernes, 18 de julio de 2008

Entrada 200


Dicen las malas lenguas que ya no hay nada que hacer, las mentes duermen. Duermen pero no sueñan. Sus anhelos se desvanecen en el humo implacable de la realidad. Humo denso y vacío. Sin color. Sin calor. No quema pero no cala. No abriga pero no duele.

Hoy la dominación es el arte de remover de a poquito lo que no padece. Lanzar algunos fuegos artificiales para que los talentos apagados se distraigan a mínima frecuencia. Exaltarlos con abre fácil.

¿Hay alguna vía de escape para las mentes libres? ¿Huir hacia dentro en la búsqueda de un espacio no contaminado? ¿Cultivar la ira existencial? ¿Reconocerse en la belleza de lo insignificante? ¿Amasar la derrota con dulce de leche? (y unos pedacitos de guindilla picante…)

El caso es que sólo nos dejaron el tormento como único síntoma de humanidad. Amargo tormento que de vez en cuando, pone en pie los cuerpos y despierta altivas miradas, airosos y trágicos destellos de cambio.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No podemos dejarnos atormentar.
Joan Brossa escribió este poema:
"La gent no s'adona del poder que té:
amb una vaga general d'una setmana
n'hi hauria prou per a ensorrar l'economia,
paralitzar l'Estat i demostrar que
les lleis que imposen no són necessàries."

maese fray