jueves, 6 de noviembre de 2008

Burn after reading


Voy a sacarme una espina. Nunca he escrito nada sobre una peli de los Coen y podía haberlo hecho ya, aquí, con No country for old men. La última cinta de los hermanos de Minnesota, vuelve a explorar los territorios de la comedia con la brújula orientada hacia la crítica política y social.
La peripecia narrativa es breve. La acción, intensa pero casi anecdótica. Lo más fornido del metraje se aprecia en la construcción de unos personajes que son hijos naturales de la sociedad contemporánea, del American Way of Life del siglo XXI y que interactúan por azar en una historia basada en la novela Burn Before Reading: Presidents, CIA Directors, and Secret Intelligence de Stansfield Turner, exdirector de la CIA.
El golpe en la cara del espectador no puede ser más certero, se trata de una comedia con el gusto amargo del veneno. Que nadie espere un nuevo Lebowsky. Nos reímos un buen rato, pero al final, la duda pesa: "¿Estamos todos gilipollas... o qué?"

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Esa una pelicula mazo de rara..
aunque esos pellizcos de gracia son agradecidos.

Recomiendo: Happy, un cuento sobre la felicidad.


Saludos.

Anónimo dijo...

A pesar de su autenticidad y espectacularidad me quedo con los Cohen más alejados de la comedia (excepto el Gran Lebowski y con matices).

flaperval dijo...

disiento, compañero... a mi esta películo ni pim ni pam,... pim pam pum. la verdad es que está entretenida, y la idea es buena, pero uno espera más de los Cohen. Parece como si la hayan realizado con prisas. Imagino que después de comer tanta mierda con No Country for Old Men necesitarían algo light, y aquí lo tenemos. Algún toque de humor negro, mucha ironía sobre el espionaje y el amor, gran Malkovich y casi Pitt, y el pobre Clooney que le dieron un papel de mierda, la verdad. Las que están muy bien son las actrices, aunque Frances McDormand a veces está desbocada en exceso.

Entretenida y poco más. ¿Crees que hay una crítica a la American Way of life? Yo diría que al meterse en una comedia de este tipo, donde se caricaturiza todo, todo pierde peso y mordida toda crítica. Sí, los de la CIA son idiotas y absurdos, los rusos muy serios y aburridos, todo el mundo es infiel con todo el mundo, viva los gimnasios y la pasta y las tetas postizas, pero ni me parece novedoso y mucho menos mordaz. Se agradecen las risas, sobre todo al final, pero... no.

Para una visión divertida del espionaje, una lectura recomendada: Nuestro hombre en la Habana, del señor Henry Graham Greene, o de como un vendedor de aspiradoras convence a los servicios de espionaje que en Cuba hay centrales de misiles... Impagable y desternillante.

Peskuezo de Eskuerzo dijo...

Queridos amigos, soy consciente de ser una persona fácilmente impresionable y me gustaría tener un criterio de acero para conseguir que no me cuelen tantos goles. Pero,la peli ésta representa una realidad en la que los personajes se mueven únicamente para financiar sus deseos, sin reparos, aunque se trate de enfrentarse a las más altas esferas del poder. Cosa que no hacen para ejercer sus derechos o para conquistar bienes comunes. Esta plasmación de la deshumanización actual es lo que me ha hecho a posteriori (algunos ya sabéis que nada más verla no sabía qué decir) pensar y escribir que estamos ante una buena peli.
Me anoto las recomendaciones.

Peskuezo de Eskuerzo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Trenkapins dijo...

Fray, estic amb tu. A mi sí que m'ha semblat mordaç, em sembla una crítica molt divertida que posa de relleu les imbecilitats que, qui més qui menys, ens acaben movent a tots. El tema dels espies no deixa de ser un detall.