domingo, 10 de abril de 2011

Mi vida tiene un valor. Se nos fue Sidney Lumet

Se nos fue Sidney Lumet, extraño, irregular, sincero, lúcido director de cine. En sus películas (las más conocidas Doce hombres sin piedad, Network, Veredicto final, incluso la última y dura Antes que el diablo sepa que has muerto), aprovecha el trasfondo de los problemas personales (divorcio, alcoholismo, depresión económica) para realizar unas críticas brutales a la sociedad, a la corrupción, a la vanidad del hombre.

Sus historias versan sobre la cínica justicia, la hipocresía, el interés y la falsa amistad, las drogas, la cocina del poder, el precio que tiene cada persona. Las debilidades del hombre. Y cuando uno ve sus películas cree adivinar que lo hace con pena, con dolor, como si quisiera decir me gustaría filmar otra cosa, pero esto es lo que hay.

Si hay que quedarse con un momento (como hacía Garcia en sus coloquios sólo para fumadores) elijo una de las más hilarantes y cínicas críticas al mundo de la televisión y a las crisis económicas que se hayan hecho nunca. La magistral historia de un presentador de TV que va a ser despedido por baja audiencia y que en su última semana las aumenta gracias a que anuncia que se va a suicidar en directo (que aprenda Piqueras sobre sensacionalismo). A partir de ahí empieza la lucha entre las audiencias y la ética de informar. La escena empieza con el locutor, poseído y en pijama, llegando a los estudios de televisión un día de lluvia. Su programa ya ha recuperado los índices de audiencia y gracias a la libertad de acción que ha ganado con el aumento del share, descarga en directo toda su rabia, su dolor, su verdad. El discurso es aplicable a lo que vivimos hoy.




Mi vida tiene un valor. Sencillo, cierto, contundente.
Ya no se hace cine así.



¿no había una etiqueta llamada "obituario"?

3 comentarios:

Punks are running wild on the streets dijo...

A pesar de su existencia en la primera etapa, la etiqueta Obituarios desapareció con las purgas estalinistas de la lista de etiquetas, no sé si porque pensamos que da mal fario o porque decidimos no comer más fiambre ni disecar dinosaurios. El caso es que quedamos en poner las esquelas en el apartado Paisanaje/Bestiario. Luego, nos despertamos y cada uno hizo lo que le dio la real gana.

I'm mad as hell and I am not gonna take this anymore dijo...

Sencillamente contundente.

flaperval dijo...

a Punks are running wild on the streets:

ah!