a Manuel Contreras Heredia, el Cafelito
En la esquina de la farmacia
se cayó muerto
y que nadie diga
que se había puesto.
Cuántas tardes de gloria
habrán pasado
entre los futbolines
y el bar de al lado.
Cualquiera en tu estado,
por menos, tirita,
y tú con tus porros
y tu birrita.
Con barba o sin ella
con chupa de cuero
con una botella
yo te recuerdo
con mucho respeto
y muy despacito
pedías unas monedas
para un cafelito.
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Bestiario emocional
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