miércoles, 30 de junio de 2010

Heavy rico, Heavy pobre

Me llamo Josito, pero me dicen el Jevi. Como si no hubiera otro. La verdad es que en mi barrio nos hemos ido extinguiendo como los mamuts. Solamente quedamos unos pocos. Pocos pero buenos. Ahora que no estamos de moda, recuerdo la explosión de los ochenta. Mucha gente llevaba camisetas negras que compraba en el Discoplay y se calzaba botas deportivas y pantalones elásticos, nada fáciles de conseguir. Eran otros tiempos. Sin embargo, visto lo visto, pocos sentíamos tan dentro los solos de eléctrica o los dobles bombos que oíamos en aquellas antiguas cintas.
Aunque siempre he cuidado la estética metal, nunca me he gastado mucho dinero en ella. Soy un tipo sencillo. Me apaño en el mercadillo de los jueves. Nunca fui de esos que van por ahí luciendo cueros caros o enormes muñequeras sin haber escuchado ni siquiera el Seven son of a seven son. Todos esos que iban del palo de la ropa de marca, del merchandising oficial, de los champús especiales para las greñas, etc. hoy son pijos o como poco, góticos. Abandonaron el barco incluso antes de que empezara el oleaje. Lo mismo con la priva. Nada de cubatas. Cerveza o vinazo. Soy de la vieja escuela, ya sabéis. Además, ¿cuándo se ha visto a un heavy tomando piña colada o margarita? Que cada uno haga lo que quiera. O lo que pueda. No juzgo a nadie. En cambio, a mí sí que me han intentado dejar en ridículo por pedir calimocho en pafetos. Eso en el parque, me dijo aquella camarera esnob que iba de rocker.
Y mira que me gusta un parque, es nuestro hábitat natural. No hay mejor lugar para beber litronas y cantar a voz en grito. Desde luego, los prefiero a cualquier nefasto antro de rockers. En los ochenta, incluso en los noventa, habría sido incapaz de entrar. Pero, hoy en día ya no hay tanto rencor entre nosotros. Claro que no soporto a los pijos ni a los emos. Han hecho buenos hasta a los punkis de antaño. Pero, los parques son gratuitos y no son de nadie. He de reconocer que no nado en la ambulancia. Mi pasta la reservo para los conciertos. La melena no hace al heavy, pero sí el rock. Y si es en directo, mucho mejor. Si hubiera guardado las entradas, fliparíais. Pero, soy un poco raro. Una vez bebí lavavajillas.

5 comentarios:

Manowar dijo...

Josito = Memoria colectiva con greñas y pantalón ceñido. La hostia!

Ebi Tempura dijo...

Josito brutal. Josito forever.

Martukein dijo...

Josito, qué alegría verte por aquí. Hace tanto que no te veía... No dejes de visitarnos de vez en cuando.
Y cuéntame, ¿qué hay de tu amigo Mofly? Hacíais un dúo tan simpático! ¿Y de las gentes del barrio? ¿Siguen resistiendo? ¿Tu hermana, como está ella? ¿Y tu madre?...
Hasta otra!

Josito dijo...

Mi hermana mandó a tomar por culo a un noviete que se había echao porque su suegra le dijo que no quería una separada como nuera y él no la supo defender. Ni falta que le hizo porque ya conoces a mi hermana. Ahora están viviendo ella y el chiquillo con mi vieja, que por cierto está fenomenal. Cuando cerraron el centro social y se les acabó la gimnasia, se hizo con el mando de la clase y les enseña tai-chi a sus compañeras en la playa. En invierno, no sé qué harán. Del Mofly hace mucho que no sé nada. Se fue del barrio y perdí el contacto. Creo que está en México D.F. casado con una chica bengalí y tienen una banda de TrashMetal. Eso es lo que me ha contao su primo. Como no tiene feisbuk no puedo contactar con él. Yo me hice una cuenta sólo para que me pueda encontrar, en caso de que me eche de menos algún día. Pero, conociéndolo no se dará de alta. Siempre tuvo paranoias con la C.I.A. Y con razón!
Hasta la próxima!

Anónimo dijo...

Grande el link del BID. Qué recuerdos... iba a recoger los paquetes en una lúgubre oficina de correos de la calle Honduras y recuerdo que abría el embalaje de cartón blanco de pobre calidad en uno de los bancos de los jardines de Elche. Ahí estaban los cassettes de Fleetwood Mac, el último de la fila y tantos otros con un olor distinto al de las tiendas, porque no habían sido manipulados por nadie, a la espera de su estreno en mi doble platina aiwa con selector de tipo de cintas. Siempre ponía el selector en chrome-metal por si acaso. Era el típico adolescente con cierto grado de imbecilidad natural pero qué poco me importaba.