Las niñas de estas calles no sueñan con princesas
ni con palacios grandes ni con genealogías,
en cada pesadilla, la marca de una empresa
y acaban muchas noches en la comisaría.
Las niñas de estas calles no son asustadizas,
el miedo cada día, les cuenta sus prejuicios,
lavan sus delantales después de las palizas
y saben en qué puerta habita cada vicio.
El tráfico atropella las huellas de sus sueños,
dibujados con tiza, con yeso, lo que raye
y van, de vez en cuando, a la tienda de empeños,
conocen el camino las niñas de estas calles.
Las niñas de estas calles me piden cigarrillos
y ahorran alegrías por si llega el momento,
las horas del almuerzo pasan sin bocadillo,
con un chicle de fresa disfrazan el aliento.
Las niñas de estas calles no juegan a la comba
y sus muñecas pierden el tiempo y la paciencia
y crecen a la sombra de tristes hombres bomba
que explotan su sonrisa e invaden su conciencia.
1 comentario:
Dedse luegio que las niñas de estas calles no juegan a la comba....
Funel de Armillano
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