La felicidad es un acto reflejo. Una sonrisa que responde a otra sin subterfugios. Una mirada translúcida que robamos y se nos queda prendida. Emociones colindantes de frecuencia menor sin capacidad de persuasión ante un espíritu en huelga. No hay porqué pagar de una sola vez la condena por la rebeldía ante el universo. Y hoy tenemos barra libre, una caricia de tiempo.
No quiero saber porqué ni cuándo ni cómo, ni siquiera quién. Quizás la vida no te da la espalda cuando decides mirarla de frente, alineándote con ella desde lo innombrable. De mí hacia fuera y de fuera hacia mí. Una armonía perfecta que se sostiene en un sonido innato e imperecedero. Un ritmo de silencio perfecto que sustenta el vaivén. Tam tam tam tam tam. El aire vibra. Estoy lejos y cerca.
Y aunque cueste tanto más escribir sobre la felicidad que sobre su ausencia, y aunque hoy leí que hay que tener cuidado con lo que se desea porque a veces se cumple, aún así, todavía, aún… escribo. Dos puntos.
“Apreciada temeridad (póngame a los pies de su señora) le tengo que pedir a usted un favor, si usted tiene a bien, venga a visitarme un día de estos”.
Que ustedes lo vean, aliados del corazón eternamente simple.
3 comentarios:
http://www.youtube.com/watch?v=ta-muafW4zU
Joder que bueno! ( Perdón por la finura....)
K
http://www.youtube.com/watch?v=ta4LW9lItTI
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