domingo, 8 de febrero de 2009

Llama

















Crónica de LUIS TROQUEL, para El Periódico de Catalunya (7.feb.2009).
Corroboro lo sublime. Y bello. Y emocionante.

El Festival de Percussió de Catalunya reunía, el jueves, en su segunda jornada el instrumento más antiguo y el más nuevo. El más antiguo, todavía más que cualquier percusión, es sin duda la voz y el más nuevo (de los instrumentos no electrónicos) se llama hang. Aunque el nombre suene a chino, significa mano en un dialecto del alemán y se creó en Suiza en el año 2001. Y, a diferencia del reloj de cuco (el único invento que atribuía a los suizos Orson Welles en El tercer hombre), su sonido conecta directamente con el alma. Tan orgánico y espiritual al mismo tiempo que parece que siempre haya existido.
También induce a equívocos el nombre de la formación que se presentaba el pasado jueves en la sala pequeña del Auditori. Llama, se hacen llamar. Palabra que en hebreo tiene mucho más que ver con el mar que con el fuego y que sirve para denominar a este atípico dúo ocasional, formado por la catalana Silvia Pérez-Cruz cantando y el israelí Ravid Goldschmidt, pionero del hang.
Empezó solo él, en casi absoluta oscuridad y una pequeña luz azul en cada mano dibujando el ritmo en el aire literalmente. ¡Y la melodía! Porque la principal peculiaridad del hang es que es un instrumento de percusión en el que hay notas y cuya estructura nada tiene con que ver la familia de las marimbas y los xilofones (que, por cierto, también tocó Silvia en una de las canciones). El hang se inspira directamente en las steel drums de Trinidad y Tobago, pero como pudimos ver al encenderse los focos, es de muy reducidas dimensiones y tanto puede parecer un ovni como un viejo yelmo abollado.

EN ESTADO PURO
También entonces apareció en escena el otro 50% de Llama. Chicas que cantan bien hay muchas. Incluso muy bien. Pero lo de Silvia Pérez-Cruz es del todo excepcional. Se la conoce principalmente por su papel cantante en el grupo Las Migas y sus colaboraciones con Refree (entre otros muchos proyectos). Y pocas veces como en este concierto se ha mostrado en un estado tan puro. Sobre las hipnóticas bases del hang, su voz brotaba como agua de un manantial.
En cierta manera, Llama podría recordar a un viejo grupo ocasional de Siouxsie llamado The Creatures, pero seguramente ni Ravid ni Silvia lo hayan oído nunca ni compartan siquiera influencias. Entre sonidos de dúctil acero, aquí cabe también el flamenco, el jazz, el fado, la habanera e incluso la copla. Sublime.

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